Crítica: Chevrolet Trailblazer (2025)

“Un gran producto. Sólo necesita un precio de lista más sincero”. Opina Carlos Cristófalo.

La líder indiscutida en este mercado es la Toyota SW4, basada en la Hilux y fabricada en Zárate. Sin embargo, este año creció la competencia con la llegada de la nueva Ford Everest y con la más reciente renovación de la Chevrolet Trailblazer. Esta actualización de la Chevy era la última que nos faltaba probar. Se lanzó a la venta en en marzo de 2025, tiene un precio de lista de 73.427.900 pesos y la manejamos una semana.

Este es el tercer restyling que recibe la Chevrolet Trailblazer. De las tres competidoras mencionadas al comienzo, es la más veterana.

Las piezas que se actualizaron son la parrilla, el paragolpes, el capot, los guardabarros, los retrovisores, las ópticas de leds y las llantas. La Trailblazer se vende en la Argentina sólo con el nivel de equipamiento High Country, que viene de serie con Goodyear Territory H/T 265/60R18. Repite un error de la competencia: calzar con neumáticos de asfalto a un todo terreno con chasis de largueros, tracción 4×4 y reductora. Es cierto que gran parte de los compradores la usarán sólo sobre pavimento, pero un vehículo con todos esos recursos off-road (y de este precio) debería ofrecer al menos la opción de unos neumáticos “All-Terrain”.

Entre las competidoras ya mencionamos a la Toyota SW4 (entre 204 y 224 cv, entre 80 y 85 millones de pesos) y Ford Everest (300 cv, 85 millones de pesos). De manera tímida comenzaron a aparecer SUVs chinas derivadas de pick-ups, como la Maxus D90 (también con siete asientos, 218 cv y 66 mil dólares).